GIGANTE ELSA BORNEMANN

Anoche me enteré que se fue de este mundo la escritora que marcó mi infancia.

Tuve ganas de poner algo en el blog, pero la verdad es que lloraba como una boba, sola, frente a la compu, y me dije que éste no es un blog para cosas tristes…

Hoy estuve leyendo la repercusión de la noticia. ¡Tantas personas con las que me identifico, tanto amor parecido! Y de golpe me sentí pequeña otra vez, llena de anónimos amigos. Dispuesta a hacerle una despedida feliz, como ella se merece.

Foto: TELAM

Descubrí a Elsa Isabel Bornemann en tercer grado, cuando la maestra nos leyó algunos poemas de Tinke Tinke. ¡Fue amor a primera lectura! Un poco más grande, llegaron a mí sus obras para adolescentes y pre- adolescentes: “El niño envuelto”, “No somos irrompibles”, “El libro de los chicos enamorados”. Quienes tienen cerca de cuarenta años, o más, saben que antes no existían las historias de amor protagonizadas por niños. Fue ella quien creó el subgénero. Fue la primera que le hablaba a los pequeños y a los adolescentes de igual a igual, sin subestimarlos, sin faltarles el respeto. Ahora contamos con Luis Pescetti, y algunos otros. Ojo, hay muy buenos autores que escriben para niños, pero pocos que se tomen tan en serio su mundo y sus sentimientos. Entiéndase; para Bornemann un niño o niña no “gusta de…”, sino que los niños se enamoran, son capaces de sentir, sufrir o ilusionarse como los adultos.

De más está decir que yo no escapaba a ello… Pero además, Elsi, como le gustaba que le dijeran, invitaba en sus libros a que le escribieran, y así lo hice. ¡Y un día llegó su respuesta! El corazón se me salía del pecho, creo que fue el día más feliz en mi vida. Es muy difícil de explicar lo que representó para mí ese gesto. Ojalá todas la figuras públicas que trabajan para los niños lo comprendieran.

Yo estaba enamorada enamoradísima del chico más lindo de la escuela (que ni sabía que yo existía). Se lo conté a una adulta, ella me escuchó y me entendió. ¿Qué más, qué menos? (Aclaración. Si esto lo está leyendo un adolescente puede que no lo comprenda, pero tener trece años en los ochenta era muy distinto…)

La lectura de sus obras siguió acompañándome siempre. Cuando las cosas no andaban bien, siempre contaba con su increíble magia para cambiar mi día. Yo me decía “voy a leer a la tía Elsi”, (¡se la tomé prestada a sus sobrinos; sospecho que no soy la única!). Recuerdo por ejemplo que cuando me fui a vivir a La Plata para estudiar, iba en el micro leyendo “Socorro”, y lo releí toda la semana para no sentirme sola. “Socorro”, “Queridos monstruos”, entre otros, son libros de terror para niños, otro subgénero que le debemos.

Me encanta leer, hay cantidad de autores que llenaron mi alma, pero todos tenemos a esos escritores que son como de la familia.

Anoche estaba muy triste, pensaba que la niña que habita dentro de mí había perdido algo enorme. Hoy comprendo que nos dejó todo lo necesario.

¡Gracias Elsa, buen viaje!